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Foto del escritorKevedosdesert

Lo que Implica Ser Fotógrafo Hombre de Estilo Boudoir: Lo Bueno, Lo Malo y Lo que No se Dice


Hombre con lentes Ray Ban
Jesus Kevedo

Recuerdo que estaba muy atareado revisando mi inventario, checando las baterías de mi cámara, mis estrobos y todo lo necesario para realizar una de mis primeras sesiones del proyecto. Siempre hay cierta expectativa y nervio antes de cualquier sesión; es algo que considero normal, pues todo puede suceder y más si no estás preparado.


Allá por el 2016, cuando el proyecto Kevedosdesert estaba en sus inicios, todo era una nueva experiencia. Esa tarde tenía una sesión programada a las 3 de la tarde en una hacienda de Rosarito. Como siempre, subí todo a mi camioneta y me fui con algo de anticipación. Casi al llegar a Rosarito, mi teléfono sonó. Era la persona con la cual me vería para hacer la sesión, llamando para cancelar. Su esposo no le permitió participar, principalmente porque yo era hombre.


No podía creerlo. Después de invertir horas en la planificación, las llamadas y la logística, la sesión se había cancelado. A pesar de insistir en la importancia de la completa independencia para formar parte del proyecto, toda la preparación realizada resultó ser inútil. Fue entonces cuando me di cuenta de la realidad de los desafíos que me esperaban y de la necesidad de hacer algunos cambios en el proyecto.


Varios incidentes similares me obligaron a prestar mucha atención, ya que estaba ingresando a un nuevo mundo de temas delicados donde algo se volvía cada vez más evidente: El campo estaba minado. Así fue como surgieron una serie de conflictos e insinuaciones hacia mí, que abarcaban desde insinuaciones de tráfico de personas o secuestro, enfrentar comentarios misóginos, abordar temas tabú, desafiar creencias culturales arraigadas e incluso descubrir casos de abuso y violencia. También implicaba luchar contra mis propias creencias, el entorno en el que me encontraba y la crítica familiar.


No todo es lo que parece


Aunque en mi proyecto las temáticas pueden ser muy amplias que van desde retrato editorial, lifestyle, conceptual y el cúmulo de ellas, es común que algunas de las chicas quieran retarse con temáticas como el boudoir o hasta el nude art implícito. Explorar y expresarse a través de la experiencia boudoir puede ser muy gratificante y desafiante, ya que resalta inseguridades y emociones. En mi experiencia, este proceso siempre ha resultado en un gran crecimiento personal, brindando una renovada sensación de vida. Hablaré con más profundidad sobre este tema en una próxima publicación en el blog.


No voy a mentir, muchas de las sesiones han sido mayormente de tipo boudoir, y por lo tanto, mucho del acercamiento de las personas a el proyecto es porque quieren hacer algo similar y de entrada me dicen que eso es lo que quieren hacer. Dado esto, es posible que la audiencia malinterprete y piense que se está sugiriendo que las chicas participen en sesiones de fotografía sensual o Boudoir con intenciones negativas o explotadoras. No obstante, uno de mis principios fundamentales es que la persona tenga siempre la libertad de elegir lo que desee hacer.


El Simple Hecho de que un Hombre Haga una Sesión de Fotos Uno a Uno con una Mujer

Detras de camaras hombre y mujer en photoshoot
BTS de sesión de Maritza Pulido en Kevedosdesert

Voy a ser franco: en este país, al igual que en muchas partes del mundo, No es comúnmente aceptado que un hombre y una mujer, sin importar su situación sentimental o estado civil, puedan tener una relación laboral o de amistad, ya que puede dar lugar a malentendidos por diversas razones, como creencias culturales, inseguridades personales o simple ignoracia. Muchas personas consideran que estas relaciones no son posibles y, lo entiendo, pues cada persona tiene experiencias y lazos de confianza diferentes, influenciados por su experiencia, educación familiar y cultural. Si lo sometemos a votación, creo que no llegaríamos a un consenso claro.


“Los estudios revelan que los hombres a menudo son vistos como personas con impulsos sexuales más altos y pueden ser percibidos como más propensos a tener motivos ulteriores en amistades y relaciones profesionales entre géneros. Esta percepción puede llevar a la desconfianza y la reticencia por parte de las mujeres o sus parejas al considerar trabajar con fotógrafos masculinos​”

-Psychology Today-


Otro aspecto a considerar podría ser la presencia de estereotipos negativos masculinos, así como las intenciones que se puedan malinterpretar en estos contextos, lo que podría dar lugar a acusaciones y suposiciones injustas que afectarían la reputación del fotógrafo masculino. Por consiguiente, resulta fundamental ser transparente en todas las acciones y decisiones tomadas durante una sesión o proyecto, ya que la transparencia es la base de una relación de confianza que debe ser cultivada.




Lo Bueno

Trabajar uno a uno con mujeres me ha hecho entender que no solo se puede trabajar a un ritmo normal y ampliamente, sino que se pueden abrir lazos de confianza sin problema alguno. Algunas de las participantes del proyecto me han compartido que han superado sus expectativas al abordar temas que nunca antes habían explorado o que no consideraban importantes otras personas en su entorno. En Kevedosdesert se crea un espacio de confianza donde la persona puede usarlo como un área de catarsis emocional con la garantía de que nunca habrá prejuicios.


Mujer en photoshoot estilo boudoir
Jess en su segunda session Kevedosdesert

Estas circunstancias han tenido un efecto enorme en algunas de las mujeres que han optado por colaborar conmigo. Han experimentado un alto nivel de satisfacción, y aunque cada una llega con motivaciones distintas, también valoran este lugar como un espacio para desconectar y concentrarse plenamente en sí mismas, generando un ambiente de plenitud donde se sienten magníficas y realizadas, lo cual queda capturado en una sesión fotográfica.


Lo Malo

Trabajar uno a uno también ha sido un determinante para que varias personas no participen. Es muy común que las personas que empiezan el proceso del proyecto decidan no seguir por cuestiones relacionadas a la falta de independencia, prejuicios o inseguridades, e incluso celos de sus parejas. Muchas veces me dicen que necesitan “pedir permiso” o “X no quiere que participe”. Y está bien, no pretendo modificar la dinámica que cada persona tenga en sus relaciones. Pero es triste ver que hay personas que desean experimentar algo nuevo y son limitadas por alguien más. Me ha tocado ver casos donde hay un nivel de control excesivo que pone en riesgo la integridad de la persona.



Foto de mujer indicando guardar silencio

Además de ser un espacio creativo, el proyecto también actúa como un refugio para personas que buscan escapar de situaciones difíciles o resolver problemas personales. Algunas de las personas que participan en el proyecto lo hacen para superar problemas graves, como el abuso físico y emocional, o para encontrar soluciones a desafíos personales y de relaciones, como el divorcio por dar un ejemplo. A pesar de todo el apoyo posible que se les brinda aquí, es impresionante y a la vez triste observar cómo, incluso en lugares de ayuda profesional, no siempre se ofrece la atención adecuada o se cargan de prejuicios. Es preocupante ver que en lugares donde uno espera sentirse seguro, esa seguridad no está garantizada.

Esta situación subraya la necesidad crítica de contar con espacios seguros y libres de juicios, donde las personas puedan expresarse sin miedo. Es esencial crear entornos que fomenten la autoexpresión y ofrezcan un verdadero apoyo emocional, algo que Kevedosdesert se esfuerza por proporcionar.


Lo que No se Dice

Ahora, hay temas de los cuales no hablo muy seguido por la delicadeza del asunto. El hecho de ser fotógrafo y hacer boudoir abre otra puerta cercana a lo erótico, que algunos lo confunden con lo vulgar (que no es de mi interés). Al comienzo del proyecto, recibía con frecuencia mensajes de personas que proponían intercambios de servicios sexuales o me enviaban mensajes llenos de odio, e incluso dejaban comentarios insinuando que podría ser un agresor sexual. En un caso, una persona me acusó de dedicarme al tráfico de personas (a lo cual salieron en mi defensa las chicas del colectivo y algunas amistades). Nunca paso a mayores, A pesar de que tengo muchas otras historias similares, algunas incluso más profundas como acoso, amenazas y otros temas, prefiero no enfocar tanto mi energía en eso.


Fotógrafo sospechoso

Lo que más me ha impactado no es lo que puedan criticar sobre mí. Lo que me entristece es saber que hay individuos en esta industria que han abusado de esta confianza. He descubierto que algunos pseudo fotógrafos realizan sesiones con el propósito de aprovecharse de las mujeres, Incluso llegan a drogar a las personas y cometen actos inapropiados, les toman fotografías comprometedoras y las usan para chantajearlas. A pesar de no escuchar mucho sobre esto últimamente debido a mi nuevo sistema de filtración, Estoy al tanto de que las nuevas leyes, como la Ley Olimpia, que penalizan tales comportamientos despreciables, crean precaución entre aquellos que siguen realizando esas actividades de diversas maneras. Lamentablemente, la mayoría de las mujeres optan por no denunciar y prefieren dejarlo así.

Es muy triste que haya quienes utilicen la fotografía como medio para aprovecharse de alguien más a través de la manipulación y el chantaje. Por eso, tengo que ser extremadamente cauteloso con todos los temas, ya que gracias a esos "fotógrafos", los que sí tenemos integridad estamos pagando el precio y andar esquivando el estigma de el "fotógrafo garañón".



Lo ideal


Sería fantástico colaborar y establecer confianza desde el principio. Lamentablemente, a veces nos dejamos influenciar por estándares sociales y culturales obsoletos, a pesar de nuestra complejidad como seres humanos. Esto nos lleva a cerrarnos las puertas a la autoexpresión y a autocensurarse.

Las relaciones personales deberían basarse siempre en el respeto a la individualidad y la libertad. Estar en una relación con alguien no significa perder la libertad, ya que los condicionamientos excesivos también constituyen violencia de género. Aunque suene controvertido, ser fotógrafo de mujeres y estar constantemente bajo escrutinio y presunción latente también es una forma de violencia de género. Pues habemos todavía personas que creemos en la humanidad y la conexión que existe entre las personas y sin enfocarnos en que sea del sexo opuesto.


Respeto, confianza y confidencialidad ante todo.


 

Para conocer más sobre este proyecto y experimentar la conexión humana que busco capturar, los invito a visitar Kevedosdesert.com.


Las opiniones expresadas en este blog son exclusivamente mías y reflejan mi perspectiva personal. No tengo la intención de herir o dañar susceptibilidades. Mis escritos son una forma de expresarme basados en mis experiencias y no necesariamente representan la verdad absoluta. Todo lo que comparto aquí es sincero y refleja cómo me siento en el momento de escribir. Si tienes algún tema del que te gustaría que hablara o te gustaría discutir, deja tu comentario. No te olvides de compartir y dejarme un like.


¿Te atreverias a hacer una sesión boudoir?

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